En esa rueda de prensa en febrero, Trudeau explicó que con los miles de kilómetros de frontera compartida (más de 5,500 millas), los migrantes podrán seguir cruzando por cualquier punto de su límite con Estados Unidos. Poco después, el embajador de EEUU en Ottawa, David L. Cohen, dijo a la televisora pública canadiense CBC que cambiar el tratado con Canadá haría «muy poco» para resolver el tema de la migración irregular. Lo que pasa en Roxham Road, aseguró, es «un síntoma de ese problema».
La presión en Canadá sobre una reforma a este acuerdo es tal, que se espera que en el verano la Corte Suprema de ese país falle sobre su constitucionalidad. Activistas de derechos humanos han criticado el pacto: aseguran que Estados Unidos no es un lugar seguro para devolver a los solicitantes de asilo y que el gobierno de Biden termina deportándolos.
En el medio, los expertos señalan que cerrar Roxham Road llevaría a los migrantes a cruzar la frontera por otros puntos que podrían ser más peligrosos. Todo esto ocurre en momentos en que Canadá ha planteado abrir sus puertas a la migración legal con el compromiso de aceptar a 1.5 millones de personas para 2025.
El cruce de migrantes en EEUU y a Canadá
Estados Unidos vivió un año fiscal 2022 con cifras récord de arresto de migrantes. Los últimos siete meses de ese periodo, los encuentros no bajaron de las 200,000 personas solo en la frontera sur. Y aunque las cifras han ido descendiendo mes a mes en los cuatro meses que lleva el año fiscal 2023 (30% de octubre a enero), solo en enero la Patrulla Fronteriza contabilizó más de 156,000 aprehensiones en sus límites con México.
La cifra es casi el doble de la que las autoridades reportaron en ese mes de 2021 y es más de cuatro veces la registrada en enero de 2020, cuando aún no había sido cerrada la frontera por la pandemia.
El descenso coincide con políticas anunciadas por el presidente Biden desde octubre del año pasado para limitar la entrada irregular de cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos, cuatro de las nacionalidades que engrosan los cruces por la frontera sur. Ahora solo pueden hacerlo si cuentan con un patrocinio humanitario para ingresar a Estados Unidos con el apoyo de un esponsor y por vía aérea.
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En Roxham Road, en cambio, agentes de la Policía Montada de Canadá arrestan a los migrantes y realizan chequeos de seguridad para garantizar que no son una amenaza para el país y determinar si son elegibles para solicitar asilo. El Gobierno de Canadá explica en su página que de ser elegibles son transferidos a la División de Protección de Refugiados de la Junta de Inmigración y Refugiados de Canadá. Allí se les realizará una audiencia y se determina si la solicitud de asilo puede seguir adelante.