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Cómo afecta a la Cumbre de las Américas la ausencia de AMLO (y varios presidentes más)

today06/09/2022 17

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En la defensa de países «marginados» por Washington, López Obrador toma banderas retóricas que en su momento usaron Hugo Chávez o Fidel Castro, pero ¿pone en riesgo el éxito de la reunión hemisférica destinada a coordinar la cooperación continental?

 

Los jefes de Estado y de gobierno se reúnen entre martes y miércoles en Los Ángeles, California, en la IX Cumbre de las Américas. Aunque hay que decir que son algunos mandatarios los que asisten al encuentro, el segundo que organiza EEUU desde que Bill Clinton inauguró el formato en 1995 en Miami.

 

La ausencia más publicitada es la del mexicano Andrés Manuel López Obrador, quien cumplió su amenaza de no asistir si sus colegas de Venezuela, Nicolás Maduro); Cuba, Miguel Díaz-Canel, y Nicaragua, Daniel Ortega, no eran invitados a la cita. Washington efectivamente no los convocó con el argumento de que se trata de una cumbre de democracias y esos tres países padecen regímenes autoritarios.

 

Algunos observadores afirman que López Obrador calculó quiénes seguirían su iniciativa de boicotear la reunión, pues solo dos otros jefes de Estado decidieron sumarse a la postura del mexicano: la recién elegida Xiomara Castro, de Honduras, y Luis Arce, de Bolivia.

 

No estará en Los Ángeles Alejandro Giammattei, presidente de Guatemala, quien no viajó en protesta por las recientes sanciones de EEUU contra su fiscal general, a quien Washington acusa de corrupción.

 

Tampoco irá el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien tiene también sus propias diferencias con la Casa Blanca por los abusos a los derechos humanos cometidos en la lucha del salvadoreño contras las maras y otros grupos criminales.

 

El ‘efecto AMLO en la Cumbre de las Américas

Es poco probable que la ausencia de AMLO haga descarrilar por sí sola la reunión periódica de jefes de Estado, pero podría marcar la cohesión de un nuevo bloque antidemocrático dentro de las Américas, advierten algunos observadores y analistas.

 

Para estos, la defensa de López Obrador de los tres países no invitados crea una peligrosa percepción de que los gobernantes autocráticos merecen ser reconocidos como jefes de Estado legítimos en el hemisferio, algo que va contra la doctrina establecida en la Carta Democrática Interamericana firmada en 2001.

 

Sin embargo, no se puede ignorar el daño que causó una cumbre cuya agenda oficial busca «Construir un futuro sostenible, resiliente y equitativo» y podría debilitar un acuerdo conjunto en la cumbre.

 

Para Eric Farnsworth, vicepresidente del Consejo de las Américas, un grupo empresarial hemisférico en Washington, el que AMLO no esté en las reuniones «no ayuda a la óptica, sobre todo porque se supone que esta es la cumbre de la migración».

 

Aunque no estará el presidente, México tiene representación: su ministro de Asuntos Exteriores, Marcelo Ebrard. Sin embargo, en el mundo de la diplomacia es importante que las conversaciones en cumbres de este tipo se produzcan entre «iguales», en este caso, presidentes que tienen mayor poder de negociación y decisión.

 

«Es difícil prever una conversación significativa sobre los temas que la administración ha citado como importantes -migración, comercio, derechos humanos, etc.- sin una representación de México al nivel adecuado», dijo Juan Cruz, asesor principal en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) en Washington DC, y exjefe de la CIA para América Latina.

 

Por otra parte, hay quienes consideran que la notoria ausencia es «significativa, pero no fatal», como dijo Eric Olson, director de política en Washington DC de la Fundación Internacional de Seattle.

 

«Hay muchos asuntos vitales en los que Estados Unidos y México están trabajando y que seguirán en contacto. Pocos países miran a México en busca de orientación, pero es simbólicamente importante porque México es uno de los principales países de América Latina», añadió.

 

Al final, el comportamiento de López Obrador lo posiciona como heredero de izquierda de la retórica antiestadounidense de los fallecidos Fidel Castro y Hugo Chávez en Venezuela, una ‘vocería’ que solo podrá ejercer desde el poder hasta 2024, cuando terminará su mandato (salvo que trate una reforma constitucional para reelegirse algo que no ha planteado).

 

Hay que destacar que no todos los líderes de la izquierda americanos están de acuerdo con López Obrador. Gabriel Boric, el joven izquierdista que fue elegido presidente de Chile en diciembre decidió ir a la cumbre. Además, mostró su desencanto con el socialismo.

 

«Se pintó en un rincón del que a final de cuentas no pudo salir. El esfuerzo de ser portavoz de los gobiernos excluidos por Estados Unidos no pienso que tenga gran apoyo en México», dijo el embajador Andrés Rosenthal, ex subsecretario de Relaciones Exteriores de México.

 

Eso podría tener un coste interno para el mandatario mexicano, que sigue siendo popular en un país donde las elecciones democráticas son la norma y donde mucha gente valora las buenas relaciones con su vecino estadounidense.

 

«El presidente mexicano quiso defender a los excluidos principalmente para pulir sus credenciales de ‘izquierda’ ante el ala más radical de [su partido político] Morena, y no para quedar bien con mexicanos en general», agrego Rosenthal.

 

Este lunes, López Obrador trató el lunes de suavizar el golpe ofreciendo algunas palabras agradables sobre Biden.

 

» Tengo una muy buena relación con el presidente Biden. Es un buen hombre», dijo y culpó de la decisión de Biden de no invitar a los gobernantes autocráticos de Cuba, Venezuela y Nicaragua a los líderes conservadores del Congreso.

 

Pero es poco probable que los funcionarios estadounidenses olviden, o perdonen, el desaire del mexicano.

 

«La ausencia del presidente López Obrador en la cumbre, lamentablemente, hará retroceder los esfuerzos para seguir reparando la relación y cooperar en asuntos pertinentes para el bienestar de nuestras dos naciones», dijo Bob Menéndez, el demócrata de Nueva Jersey que preside la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.

 

Su colega republicano en la comisión, el senador por Florida Marco Rubio destacó que el episodio «es una buena oportunidad para filtrar a los que están alineados con nuestros puntos de vista sobre la región y a los que no lo están», añadió

 

Fuente: Univisión

Written by: Editor

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