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today05/02/2022 18
En al menos 17 estados y más de 35 ciudades de Estados Unidos, miles de inmigrantes salieron a las calles este 1 de mayo para recordarle al gobierno de Joe Biden que tiene una promesa de campaña pendiente: legalizar a los 11 millones de indocumentados.
Decepcionados y molestos con el gobierno y el Congreso federal, miles de inmigrantes salieron a las calles este domingo 1 de mayo en al menos 17 estados y alrededor de 40 ciudades para decirle, tanto a demócratas como republicanos, que millones de indocumentados necesitan una vía de legalización permanente porque su trabajo es esencial para Estados Unidos.
“En realidad fueron varios pedidos los que hicimos este día”, dij Israel Peña, de la organización Voces de la Frontera en Wisconsin. “Principalmente la reforma migratoria. Le pedimos al presidente [Joe] Biden que cumpla su promesa de campaña”.
Peña dijo que, además de la exigencia planteada a la Casa Blanca y a ambas cámaras del Congreso, “también estamos pidiendo a las autoridades del estado de Wisconsin que no bloqueen las licencias de conducir para nuestros trabajadores indocumentados y eliminen el programa antiinmigrante 287(g)”.
La reforma migratoria es una de las principales promesas inconclusas de Biden en el Congreso, por falta de respaldo bipartidista. En marzo de 2021 la Cámara de Representante aprobó dos proyectos de ley que otorgan un camino a la ciudadanía a entre 6 y 7 millones de indocumentados, entre dreamers, titulares del Estatus de Protección Temporal (TPS), campesinos y trabajadores esenciales.
El plan, sin embargo, permanece estancado en el Senado. Por una parte, los republicanos se niegan a dar votos de apoyo y, por otro lado, algunos demócratas se resisten a aprobar una herramienta conocida como paquete de reconciliación, que permitiría aprobar la ley de gasto social con 51 votos incluyendo una enmienda de reforma migratoria.
“Estamos conscientes que la reforma no va para ningún lado, pero también estamos conscientes que tenemos que seguir luchando”, indica Peña.
“En casa no vamos a lograr nada. Vamos a seguir insistiendo. Tanto demócratas como republicanos conocen nuestras necesidades y tienen el deber político de escucharnos”, precisó.
Negocios cerrados
Además de marchas, jornadas de protesta y reuniones cívicas informativas, cientos de negocios cerraron sus puertas como parte de las actividades de ‘Un Día Sin Inmigrantes’, que desde hace al menos dos décadas se celebra el 1 de mayo, evento que surgió en respuesta a la inacción del Congreso con la reforma migratoria.
En Milwaukee unos 125 negocios cerraron sus puertas este domingo en apoyo a la marcha, la mayoría de ellos propiedad y atendidos por trabajadores latinos.
Lo mismo sucedió en California, donde entre 7,000 y 10,000 personas se congregaron en el Centro de Los Ángeles para recordarle al gobierno que tiene una enorme deuda con la comunidad inmigrante.
“Hoy enviamos varios mensajes”, dijo a Francisco Moreno, director de la Confederación de Federaciones Mexicanas de Los Ángeles, California. “ El principal es que los trabajadores inmigrantes somos esenciales, somos la fuerza y el motor de este país y merecemos respeto, una reforma migratoria y salarios dignos”.
El activista dijo que la marcha de este año también exigió “que el gobierno ponga fin al acoso de los agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) a los inmigrantes que estamos trabajando”.
Promesa incumplida
A la pregunta respecto a la reforma migratoria, que permanece estancada en el Senado desde marzo del año pasado, Moreno dijo que “este tema nadie lo está moviendo en verdad, a pesar de que fue una promesa de campara de Biden. No se está escuchando. Nos alejamos una vez más hasta los próximos años”, señaló.
“La culpa es de todos en el Congreso y la Casa Blanca, pero los demócratas han jugado con nuestros sentimientos y votos. [Barack] Obama no cumplió; Biden también la prometió y no lo está cumpliendo. Creemos que hay un desconecte entre el presidente y el congreso y su partido”, señaló el activista.
Para otros activistas, la marcha del 1 de mayo del 2022 es la primera de este tipo desde el comienzo de la pandemia y es motivo de fiesta, “aunque seguimos en pandemia”, dice Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA).
La activista dijo que “nuestra comunidad no se da por vencida” y que la batalla por la reforma migratoria “continúa porque necesitamos que los políticos entiendan que nuestra gente tiene que legalizarse”.
“Hemos ganado mucho en California con nuestro movimiento a través de los años. Hemos ganado espacio, California tiene a partir de hoy seguro médico para los inmigrantes indocumentados adultos», señaló.
«Y muchos en nuestra comunidad tienen derecho al voto y lo van a ejercer en noviembre para renovar el Congreso”, apuntó.
Salas dijo que la caminata a los centros de votación en noviembre “también será una marcha donde vamos a cambiar el curso de los acontecimientos”.
También en DC y Chicago
Frente a la Casa Blanca, en Washington DC, también hubo marcha este domingo 1 de mayo. “En este día internacional de los trabajadores llevamos un mensaje a la Administración de Biden, que necesita cumplir con sus promesas de campaña”, dijo José Muñoz, director de comunicaciones de United We Dream (UWD).
“Debe seguir presionando para que el Congreso apruebe un camino a la ciudadanía para los 11 millones de indocumentados y que respeten los derechos de todos los inmigrantes”, agregó.
UWD dice que el estancamiento de la reforma en el Congreso “decepciona a la comunidad, pero no debemos olvidar que tenemos la capacidad para elegir y no debemos equivocar nuestros votos”.
“Lo cierto es que tanto el gobierno como el Congreso no debe olvidar algo clave: que en esta pandemia los inmigrantes han sido una fuerza esencial en hospitales, en los campos, cuidando niños, familias y ancianos. Por eso hace falta la reforma”.
En Chicago, Illinois, las ganas de seguir batallando no aminoran. “Salimos a las calles a decirle a Biden que use todo su poder ejecutivo, ya que el legislativo no actúa, para darle permiso de trabajo a los trabajadores indocumentados”, dice Artemio Arreola, director de la Illinois Coalition for Immigrant and Refugee Rights.
“También que ponga fin a las deportaciones y que acelere los procesos de las personas que aguardan sus casos en los tribunales de inmigración”, indicó.
Hasta finales de marzo, la Corte de Inmigración tenía acumulados más de 1.7 millones de casos. En promedio, cada expediente demora unos 3.9 años en ser resuelto.
Fuente: Univisión
Written by: Editor
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