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Familiares entierran en Guatemala a los migrantes asesinados en Tamaulipas tras casi dos meses de la masacre

today03/15/2021 47

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Murieron asesinados hace casi dos meses de forma cruel en el norte de México, baleados y calcinados. Aún no se ha esclarecido de forma definitiva quiénes son los responsables de su muerte. Ahora, sus seres queridos pueden darles finalmente el último adiós.

 

Murieron asesinados hace casi dos meses de forma cruel en el norte de México, baleados y calcinados. Ahora, sus familiares pueden darles finalmente el último adiós.

 

Se trata de 16 migrantes que salieron de comunidades de Guatemala con la intención de llegar a Estados Unidos. Su viaje se paró en el estado fronterizo de Tamaulipas, donde las autoridades hallaron sus cuerpos en una camioneta calcinada. En el lugar también fueron hallados muertos a dos mexicanos y una tercera persona que aún no ha sido identificada.

 

Los cuerpos fueron repatriados a Guatemala el viernes en un vuelo pagado por el Gobierno de México. Las familias de los fallecidos enterraron a varios de ellos la tarde del sábado en medio del dolor y llamados de justicia por lo sucedido.

 

El resto de los migrantes muertos se va a sepultar el domingo, ya que sus familiares querían más tiempo para velarlos.

 

Una de las hipótesis que manejan las autoridades de México respecto a quien mató a los migrantes es que pudieron caer víctimas del crimen organizado, muy presente en esa zona del país.

 

Otra hipótesis sobre la masacre es que policías confundieron a los migrantes con alguna banda delictiva y decidiera atacarlos. Al percatarse de su error, los oficiales pudieron recoger los casquillos e incendiar los vehículos, lo cual explicaría las anomalías detectadas en los informes y la escena de la matanza.

 

Doce agentes enfrentan cargos de homicidio, abuso de autoridad y falso testimonio. También el Instituto Nacional de Migración anunció el cese de ocho de sus agentes por irregularidades aparentemente vinculadas con el caso.

 

El Gobierno de Guatemala recibió los cuerpos el viernes en la sede de la Fuerza Aérea Guatemalteca: entre los políticos y funcionarios presentes, destacó la presencia del presidente del país, Alejandro Giammattei.

 

Los cuerpos fueron trasladados por cuenta de la Cancillería guatemalteca a sus poblados de origen.

 

Primero arribaron a Comitancillo, en el departamento de San Marcos, y antes de la medianoche fueron enviados a la decena de aldeas de donde eran originarios.

 

Algunas familias vieron la recepción del Gobierno desde sus aldeas y al concluir se dirigieron con otros miles de personas al estadio Santa Cruz de Comitancillo, donde recibieron a 12 de los cuerpos.

 

La solemnidad de los eventos de este viernes y sábado —reporta la agencia de noticias Efe— se cortaba con el llanto y lamentos de hombres y mujeres, como Zaidi Aguilón, quien abrazó el féretro en el que se encontraba su esposo, Iván Gudiel Pablo Tomás, y que, como el resto de los ataúdes de las víctimas, estaba cubierto con una bandera de Guatemala.

 

Uno de los fallecidos es Elfego Roliberto Miranda Díaz, quien, a pesar de contar con un título de perito contador, pensó que en Estados Unidos podía mejorar las condiciones de vida de su familia, instalada en una tierra árida, colmada de casas de adobe y techo de paja, con suelo de tierra.

 

Su hermana Dalila, de 24 años, dijo a Efe que exige justicia y que necesita saber «por qué lo mataron».

 

«Vamos a pedir que el presidente de México [Andrés Manuel López Obrador] se haga responsable de los niños que ya se quedaron huérfanos», comentó respecto de sus tres sobrinos y del cuarto que aún está en el vientre de su cuñada.

 

Otra víctima de la masacre fue Edgar López y López, de 50 años y que había vivido los últimos 30 en Estados Unidos como indocumentado. Hace cinco meses había sido deportado tras el endurecimiento de medidas antimigratorias del entonces presidente Donald Trump y, al hallarse de vuelta en Comitancillo, prefirió volver a su otra vida, la que había amasado ya en el país norteamericano.

 

Cinco personas sobrevivieron a la masacre y estarían siendo protegidos en Estados Unidos, según el gobierno guatemalteco.

 

La matanza hizo recordar la masacre de 72 migrantes en 2010 cerca de la localidad de San Fernando, también en Tamaulipas. Aquellas muertes fueron perpetradas por un cártel del narcotráfico.

 

Fuente: Univisión

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