Los condados de San Francisco y Santa Clara, en California, presentaron una demanda al considerar que los cambios impulsados por el gobierno de Trump empeorarán la salud y el bienestar de sus residentes, aumentarán los riesgos de salud pública y tendrá un impacto financiero. Además, consideran que “facilita ir de manera injusta contra inmigrantes que son trabajadores y que cumplen con la ley".